Guía para comprar un Jamón Ibérico y no sentirte engañado.
A la hora de comprar un jamón siempre nos surgen las mismas dudas:
¿Qué jamón compro y dónde?
¿Me engañarán?
¿Es buena la relación calidad / precio del producto?
¿Cómo puedo saber que me envían lo que realmente he pagado?
¿Estará bueno mi jamón?
¿Y si no lo está, podré devolverlo?
A continuación te vamos a contar todo lo que necesitas saber para comprar y disfrutar de un Jamón Ibérico.
1º.- Tipo de Jamón.
Lo primero que debemos tener claro es que queremos un jamón de cerdo de raza ibérica o jamón ibérico y no un jamón de cerdo blanco o jamón serrano. Que siendo el jamón serrano un buen producto, nada tiene que ver con la calidad, sabor y cualidades que tienen los jamones ibéricos.
Las principales zonas de producción del cerdo ibérico en España actualmente son Extremadura y las provincias andaluzas de Huelva y Córdoba. En menor cuantía, también se crían en la provincia de Sevilla y en Salamanca.
Es importante diferenciar entre zonas productoras y zonas transformadoras. La cría del cerdo ibérico se produce principalmente en Extremadura y la zona de Huelva. Después, parte de esos cerdos ibéricos viajan hasta otras provincias para ser transformados en jamones y paletas.
2º.- Raza del cerdo.
Los jamones de cerdos ibéricos pueden ser:
- Jamones ibéricos puros: El cerdo ibérico del que se obtiene el jamón o la paleta tuvo un padre y una madre de raza ibérica pura 100%.
- Jamones ibéricos: Cuando el cerdo ibérico del que se obtiene el jamón o la paleta tuvo una madre de raza ibérica pura 100% y un padre de la raza ‘duroc jersey’ en un porcentaje del 50%.
Los ibéricos puros representan solo el 5% del total de jamones ibéricos que se venden cada año, evidentemente son los más caros. La inmensa mayoría de jamones ibéricos que se consumen a diario en casas y restaurantes pertenecen a los llamados “cerdos cruzados”.
3º.- Alimentación del cerdo.
Tradicionalmente siempre han existido 3 tipos de alimentación.
Bellota: Jamones de cerdos que durante los meses de la Montanera (de Octubre a Marzo pasa de 90 a 180 kilos aprox.) antes de su sacrificio sólo han comido bellotas y pastos frescos.
Recebo: Jamones de los cerdos que se comen las últimas bellotas de la temporada y es necesario completar su alimentación con piensos y cereales naturales para alcanzar el peso óptimo final.
Cebo: Jamones de cerdos que se alimentan en libertad en la dehesa solo con piensos y cereales.
A diferencia de los cerdos blancos, que normalmente se crían encerrados en granjas para que su engorde se produzca en el menor tiempo posible. En el mundo del cerdo ibérico no se concebía una cosa así, los cerdos ibéricos siempre se han criado en libertad, buscando la comida en la dehesa o poniéndosela en comederos, en los caso de los de recebo y cebo, pero siempre realizando un ejercicio físico que otorga al jamón ibérico la principal característica diferenciadora respecto a los demás: la infiltración de grasa entre su carne.
Lamentablemente, debido en parte al aumento de la demanda de jamón ibérico en los años del boom económico y también a la presión de grandes industriales, que especializados en el cerdo blanco o serrano, querían entrar en el mercado del cerdo ibérico. Se cambia la norma de calidad para permitir la cría y engorde de cerdos ibéricos en granjas alimentados con piensos y cereales naturales. En Extremadura se conocen popularmente como cerdos de rejilla.
Para diferenciar los cerdos criados en libertad (extensivo) de los criados en granjas (intensivos) se denominó a los primeros, de Cebo de Campo y a los criados en granjas simplemente de Cebo.
A nuestro juicio, esto es un paso atrás en la conservación de la pureza y calidad de la raza ibérica.
De modo que a día de hoy, el consumidor se puede encontrar con hasta 4 categorías según la alimentación del cerdo ibérico.
- Ibérico puro de Bellota
- Ibérico de Bellota
- Ibérico de Recebo (pasará a denominarse “de Cebo de Campo”) e
- Ibérico de Cebo
La nueva Norma de Calidad del Ibérico del Gobierno de España, a falta de ser aprobada en el Parlamento Europeo, la prensa anunció el día 2 de dicimebre que Bruselas había dado luz verde a la nueva Norma, que se impondrá de forma progresiva, esta nueva norma vuelve a reducir estas categorías a 3 como antiguamente. Eliminando “de Recebo” y obligando a señalar en el etiquetado el porcentaje de raza ibérica que tenga el cerdo ibérico.
Aunque todavía no está vigente, a continuación te mostramos la escala de calidad actual y la que habrá una vez que se apruebe la nueva Norma de Calidad.
Escala actual de calidad del Jamón Ibérico.
1º.- Jamón Ibérico puro de bellota
2º. Jamón Ibérico de Bellota certificado por una Denominación de Origen
3º.- Jamón Ibérico puro de recebo (apenas se comercializan)
4º.- Jamón Ibérico Puro de Cebo (apenas se comercializan)
5º.- Jamón Ibérico de Bellota
6º.- Jamón Ibérico de Recebo o etiquetado como Cebo de Campo
7º.- Jamón Ibérico de Cebo
Escala de calidad con la nueva Norma de Calidad (pendiente de aprobar)
1º.- Jamón 100% Ibérico de Bellota
2º.- Jamón 75% raza ibérica de Bellota
3º.- Jamón 50% raza ibérica de Bellota
4º.- Jamón 100% Ibérico de Cebo de Campo
5º.- Jamón 75% Ibérico de Cebo de Campo
6º.- Jamón 50% Ibérico de Cebo de Campo
7º.- Jamón 100% Ibérico de Cebo
8º.- Jamón 75% Ibérico de Cebo
9º.- Jamón 50% Ibérico de Cebo
Estas son las identificaciones que debe buscar en el etiquetado de jamones, paletas y embutidos de cerdos ibéricos.
Como puedes ver, no aparecen por ningún lado términos como: Nobleza, Superior, Etiqueta Roja, Negra o letras del abecedario, Premium o Calidad Superior ni tampoco Pata Negra. No son indicativos de la calidad real del jamón ibérico. Aunque los industriales pueden utilizarlos para diferencias jamones de la misma añada o año.
4º.- ¿Qué jamón compro?
En este sentido influyen dos factores principalmente: precio y cantidad.
Si usted es de los que compra uno o dos jamones ibéricos al año, le recomendamos que siempre elija un Ibérico de Bellota o Ibérico Puro de Bellota. Son los jamones de mayor calidad y precio más alto, pero ya que te das un capricho, seguro que te mereces disfrutar de lo mejor.
Si le gusta disfrutar del jamón ibérico durante todo el año, puede decantarse por el Jamón Ibérico de Recebo o el de Cebo para el día a día y elegir un Ibérico de Bellota para las celebraciones familiares o fechas señaladas.
Todos los jamones ibéricos están exquisitos, criar los cerdos ibéricos en libertad en la dehesa y lo que eso conlleva en alimentación y ejercicio. Les otorga las características especiales que lo convierten en el mejor bocado del mundo.
Evidentemente hay diferencias entre uno de Bellota y otro de Cebo, pero le aseguramos que se puede disfrutar comiendo jamón con los dos.
Ya sé que jamón quiero, ahora…
5º.- ¿Dónde lo compro?
Generalmente tiene dos opciones.
Comprarlo directamente al fabricante o productor, cosa que hoy en día con internet y las tiendas online que tienen cada marca es algo bastante sencillo, o comprarlo a través de un intermediario como un gran almacén o superficie, tiendas online multi-marca o tiendas físicas especializadas en estos productos.
Evidentemente la primera diferencia que existe entre ambos es que si lo compra directamente al productor, usted se ahorra (o debería) la comisión del intermediario que puede suponer desde un 30 a un 50% de incremento sobre el precio inicial de fábrica del jamón.
Otra ventaja es que al comprarlo directamente al productor, es este el que elige el jamón y el que le puede dar directamente cualquier explicación que necesite.
En el caso de la compra a intermediarios como grandes almacenes o tiendas, ya sea por cercanía, comodidad o confianza en el establecimiento. Es importante que el dependiente que le va a atender tenga un profundo conocimiento de la cultura del jamón ibérico y no se limite simplemente a recomendarle las marcas más famosas (y más caras) o las que a él le interesa vender.
Por supuesto en ambos sitios deben ofrecerle un buen producto y sobre todo una garantía por si necesita hacer cualquier tipo de reclamación o devolución.
6º.- Qué tengo que exigir.
Como hemos explicado anteriormente, el sistema de elaboración de los jamones, paletas y embutidos es básicamente el mismo en todos los productores. Por eso la presentación del producto (embalaje, diseño, imagen de marca, etc) suele ser la estrategia habitual para diferenciarse del resto y añadir valor al producto.
Pero bueno, en principio queremos pagar por un buen jamón, no por una caja bonita, aunque eso ayude de forma inconsciente.
La forma de comprobar que el jamón o producto del cerdo ibérico que vamos a comprar tiene una calidad mínima independientemente de todos los elogios y premios de los que pueda presumir el fabricante, es:
En cuanto a la calidad.
- Exigiendo que el producto esté certificado por la Norma de Calidad del Ibérico del Gobierno de España.
Este certificado es el más importante y lo debe tener cualquier producto que lleve el apellido de Ibérico en su etiqueta. Además, puede estar certificado por una Denominación de Origen, pero el que lo valida como Ibérico es el certificado de la Norma de Calidad.
Los productores están obligados a ser auditados por empresas autorizadas por el Gobierno de España para que certifiquen que la materia prima (el cerdo ibérico) y el sistema de elaboración cumplen con la Norma de Calidad del Ibérico. Lo que se llama Trazabilidad.
- Certificado de una Denominación de Origen, en el caso de querer comprar un jamón ibérico de este tipo.
Teniendo en cuenta, que no existe unanimidad en los criterios mínimos de calidad que deben reunir estos productos según las distintas Denominaciones que existen (Extremadura, Guijuelo, Huelva y Pedroches). Es decir, que unas Denominaciones de Origen son más exigentes que otras a la hora de certificar.
En el sector, se reconoce a la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura como la más exigente de todas a la hora de otorgar sus certificados.
Los productos certificados por las Denominaciones de Origen llevarán un precinto inviolable identificativo y el productor podrá mostrarle también la ficha de certificación firmada por el veterinario oficial de la Denominación de Origen.
En cuanto al peso.
Podemos hacernos una idea de la calidad del jamón o paleta teniendo en cuenta su peso y los meses de curación que ha tenido.
Generalmente el jamón ibérico de bellota que más se suele elaborar y vender es el que tiene un peso medio de entre 7 y 7,5 kilogramos y una maduración de entre 28 a 36 meses.
En el caso de los de Recebo (Cebo de Campo) suelen estar en los mismos pesos y meses de curación.
Para los jamones de Cebo, el peso tiende a ser algo menor, entre 6 y 7 kilogramos y por tanto menos meses de curación. De 18 a 24 meses.
Mientras más peso tenga un jamón, más meses necesitará de curación. Pero sin pasarse. Porque llega un momento en el que el jamón empieza a secarse, desde fuera hacia dentro. Y podemos encontrarnos con que las primeras lascas que cortemos estén más secas de lo normal a pesar de que el sabor sea mucho más intenso y exquisito.
Además de estos factores, los productores tienen en cuenta para alargar o acortar el tiempo de curación de un jamón, la calidad y la cantidad de bellota que hubo en la montanera de ese año. La curación es más lenta para los jamones y paletas de cerdos ibéricos que comieron mucha y buena bellota.
En el caso de las paletas ocurre exactamente igual pero con otro segmento de pesos.
Resumiendo:
¿Qué jamón compro y dónde?
¿Me engañarán?
¿Es buena la relación calidad / precio del producto?
¿Cómo puedo saber que me envían lo que realmente he pagado?
¿Estará bueno mi jamón?
¿Y si no lo está, podré devolverlo?
A continuación te vamos a contar todo lo que necesitas saber para comprar y disfrutar de un Jamón Ibérico.
1º.- Tipo de Jamón.
Lo primero que debemos tener claro es que queremos un jamón de cerdo de raza ibérica o jamón ibérico y no un jamón de cerdo blanco o jamón serrano. Que siendo el jamón serrano un buen producto, nada tiene que ver con la calidad, sabor y cualidades que tienen los jamones ibéricos.
Las principales zonas de producción del cerdo ibérico en España actualmente son Extremadura y las provincias andaluzas de Huelva y Córdoba. En menor cuantía, también se crían en la provincia de Sevilla y en Salamanca.
Es importante diferenciar entre zonas productoras y zonas transformadoras. La cría del cerdo ibérico se produce principalmente en Extremadura y la zona de Huelva. Después, parte de esos cerdos ibéricos viajan hasta otras provincias para ser transformados en jamones y paletas.
2º.- Raza del cerdo.
Los jamones de cerdos ibéricos pueden ser:
- Jamones ibéricos puros: El cerdo ibérico del que se obtiene el jamón o la paleta tuvo un padre y una madre de raza ibérica pura 100%.
- Jamones ibéricos: Cuando el cerdo ibérico del que se obtiene el jamón o la paleta tuvo una madre de raza ibérica pura 100% y un padre de la raza ‘duroc jersey’ en un porcentaje del 50%.
Los ibéricos puros representan solo el 5% del total de jamones ibéricos que se venden cada año, evidentemente son los más caros. La inmensa mayoría de jamones ibéricos que se consumen a diario en casas y restaurantes pertenecen a los llamados “cerdos cruzados”.
3º.- Alimentación del cerdo.
Tradicionalmente siempre han existido 3 tipos de alimentación.
Bellota: Jamones de cerdos que durante los meses de la Montanera (de Octubre a Marzo pasa de 90 a 180 kilos aprox.) antes de su sacrificio sólo han comido bellotas y pastos frescos.
Recebo: Jamones de los cerdos que se comen las últimas bellotas de la temporada y es necesario completar su alimentación con piensos y cereales naturales para alcanzar el peso óptimo final.
Cebo: Jamones de cerdos que se alimentan en libertad en la dehesa solo con piensos y cereales.
A diferencia de los cerdos blancos, que normalmente se crían encerrados en granjas para que su engorde se produzca en el menor tiempo posible. En el mundo del cerdo ibérico no se concebía una cosa así, los cerdos ibéricos siempre se han criado en libertad, buscando la comida en la dehesa o poniéndosela en comederos, en los caso de los de recebo y cebo, pero siempre realizando un ejercicio físico que otorga al jamón ibérico la principal característica diferenciadora respecto a los demás: la infiltración de grasa entre su carne.
Lamentablemente, debido en parte al aumento de la demanda de jamón ibérico en los años del boom económico y también a la presión de grandes industriales, que especializados en el cerdo blanco o serrano, querían entrar en el mercado del cerdo ibérico. Se cambia la norma de calidad para permitir la cría y engorde de cerdos ibéricos en granjas alimentados con piensos y cereales naturales. En Extremadura se conocen popularmente como cerdos de rejilla.
Para diferenciar los cerdos criados en libertad (extensivo) de los criados en granjas (intensivos) se denominó a los primeros, de Cebo de Campo y a los criados en granjas simplemente de Cebo.
A nuestro juicio, esto es un paso atrás en la conservación de la pureza y calidad de la raza ibérica.
De modo que a día de hoy, el consumidor se puede encontrar con hasta 4 categorías según la alimentación del cerdo ibérico.
- Ibérico puro de Bellota
- Ibérico de Bellota
- Ibérico de Recebo (pasará a denominarse “de Cebo de Campo”) e
- Ibérico de Cebo
La nueva Norma de Calidad del Ibérico del Gobierno de España, a falta de ser aprobada en el Parlamento Europeo, la prensa anunció el día 2 de dicimebre que Bruselas había dado luz verde a la nueva Norma, que se impondrá de forma progresiva, esta nueva norma vuelve a reducir estas categorías a 3 como antiguamente. Eliminando “de Recebo” y obligando a señalar en el etiquetado el porcentaje de raza ibérica que tenga el cerdo ibérico.
Aunque todavía no está vigente, a continuación te mostramos la escala de calidad actual y la que habrá una vez que se apruebe la nueva Norma de Calidad.
Escala actual de calidad del Jamón Ibérico.
1º.- Jamón Ibérico puro de bellota
2º. Jamón Ibérico de Bellota certificado por una Denominación de Origen
3º.- Jamón Ibérico puro de recebo (apenas se comercializan)
4º.- Jamón Ibérico Puro de Cebo (apenas se comercializan)
5º.- Jamón Ibérico de Bellota
6º.- Jamón Ibérico de Recebo o etiquetado como Cebo de Campo
7º.- Jamón Ibérico de Cebo
Escala de calidad con la nueva Norma de Calidad (pendiente de aprobar)
1º.- Jamón 100% Ibérico de Bellota
2º.- Jamón 75% raza ibérica de Bellota
3º.- Jamón 50% raza ibérica de Bellota
4º.- Jamón 100% Ibérico de Cebo de Campo
5º.- Jamón 75% Ibérico de Cebo de Campo
6º.- Jamón 50% Ibérico de Cebo de Campo
7º.- Jamón 100% Ibérico de Cebo
8º.- Jamón 75% Ibérico de Cebo
9º.- Jamón 50% Ibérico de Cebo
Estas son las identificaciones que debe buscar en el etiquetado de jamones, paletas y embutidos de cerdos ibéricos.
Como puedes ver, no aparecen por ningún lado términos como: Nobleza, Superior, Etiqueta Roja, Negra o letras del abecedario, Premium o Calidad Superior ni tampoco Pata Negra. No son indicativos de la calidad real del jamón ibérico. Aunque los industriales pueden utilizarlos para diferencias jamones de la misma añada o año.
4º.- ¿Qué jamón compro?
En este sentido influyen dos factores principalmente: precio y cantidad.
Si usted es de los que compra uno o dos jamones ibéricos al año, le recomendamos que siempre elija un Ibérico de Bellota o Ibérico Puro de Bellota. Son los jamones de mayor calidad y precio más alto, pero ya que te das un capricho, seguro que te mereces disfrutar de lo mejor.
Si le gusta disfrutar del jamón ibérico durante todo el año, puede decantarse por el Jamón Ibérico de Recebo o el de Cebo para el día a día y elegir un Ibérico de Bellota para las celebraciones familiares o fechas señaladas.
Todos los jamones ibéricos están exquisitos, criar los cerdos ibéricos en libertad en la dehesa y lo que eso conlleva en alimentación y ejercicio. Les otorga las características especiales que lo convierten en el mejor bocado del mundo.
Evidentemente hay diferencias entre uno de Bellota y otro de Cebo, pero le aseguramos que se puede disfrutar comiendo jamón con los dos.
Ya sé que jamón quiero, ahora…
5º.- ¿Dónde lo compro?
Generalmente tiene dos opciones.
Comprarlo directamente al fabricante o productor, cosa que hoy en día con internet y las tiendas online que tienen cada marca es algo bastante sencillo, o comprarlo a través de un intermediario como un gran almacén o superficie, tiendas online multi-marca o tiendas físicas especializadas en estos productos.
Evidentemente la primera diferencia que existe entre ambos es que si lo compra directamente al productor, usted se ahorra (o debería) la comisión del intermediario que puede suponer desde un 30 a un 50% de incremento sobre el precio inicial de fábrica del jamón.
Otra ventaja es que al comprarlo directamente al productor, es este el que elige el jamón y el que le puede dar directamente cualquier explicación que necesite.
En el caso de la compra a intermediarios como grandes almacenes o tiendas, ya sea por cercanía, comodidad o confianza en el establecimiento. Es importante que el dependiente que le va a atender tenga un profundo conocimiento de la cultura del jamón ibérico y no se limite simplemente a recomendarle las marcas más famosas (y más caras) o las que a él le interesa vender.
Por supuesto en ambos sitios deben ofrecerle un buen producto y sobre todo una garantía por si necesita hacer cualquier tipo de reclamación o devolución.
6º.- Qué tengo que exigir.
Como hemos explicado anteriormente, el sistema de elaboración de los jamones, paletas y embutidos es básicamente el mismo en todos los productores. Por eso la presentación del producto (embalaje, diseño, imagen de marca, etc) suele ser la estrategia habitual para diferenciarse del resto y añadir valor al producto.
Pero bueno, en principio queremos pagar por un buen jamón, no por una caja bonita, aunque eso ayude de forma inconsciente.
La forma de comprobar que el jamón o producto del cerdo ibérico que vamos a comprar tiene una calidad mínima independientemente de todos los elogios y premios de los que pueda presumir el fabricante, es:
En cuanto a la calidad.
- Exigiendo que el producto esté certificado por la Norma de Calidad del Ibérico del Gobierno de España.
Este certificado es el más importante y lo debe tener cualquier producto que lleve el apellido de Ibérico en su etiqueta. Además, puede estar certificado por una Denominación de Origen, pero el que lo valida como Ibérico es el certificado de la Norma de Calidad.
Los productores están obligados a ser auditados por empresas autorizadas por el Gobierno de España para que certifiquen que la materia prima (el cerdo ibérico) y el sistema de elaboración cumplen con la Norma de Calidad del Ibérico. Lo que se llama Trazabilidad.
- Certificado de una Denominación de Origen, en el caso de querer comprar un jamón ibérico de este tipo.
Teniendo en cuenta, que no existe unanimidad en los criterios mínimos de calidad que deben reunir estos productos según las distintas Denominaciones que existen (Extremadura, Guijuelo, Huelva y Pedroches). Es decir, que unas Denominaciones de Origen son más exigentes que otras a la hora de certificar.
En el sector, se reconoce a la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura como la más exigente de todas a la hora de otorgar sus certificados.
Los productos certificados por las Denominaciones de Origen llevarán un precinto inviolable identificativo y el productor podrá mostrarle también la ficha de certificación firmada por el veterinario oficial de la Denominación de Origen.
En cuanto al peso.
Podemos hacernos una idea de la calidad del jamón o paleta teniendo en cuenta su peso y los meses de curación que ha tenido.
Generalmente el jamón ibérico de bellota que más se suele elaborar y vender es el que tiene un peso medio de entre 7 y 7,5 kilogramos y una maduración de entre 28 a 36 meses.
En el caso de los de Recebo (Cebo de Campo) suelen estar en los mismos pesos y meses de curación.
Para los jamones de Cebo, el peso tiende a ser algo menor, entre 6 y 7 kilogramos y por tanto menos meses de curación. De 18 a 24 meses.
Mientras más peso tenga un jamón, más meses necesitará de curación. Pero sin pasarse. Porque llega un momento en el que el jamón empieza a secarse, desde fuera hacia dentro. Y podemos encontrarnos con que las primeras lascas que cortemos estén más secas de lo normal a pesar de que el sabor sea mucho más intenso y exquisito.
Además de estos factores, los productores tienen en cuenta para alargar o acortar el tiempo de curación de un jamón, la calidad y la cantidad de bellota que hubo en la montanera de ese año. La curación es más lenta para los jamones y paletas de cerdos ibéricos que comieron mucha y buena bellota.
En el caso de las paletas ocurre exactamente igual pero con otro segmento de pesos.
Resumiendo:
JAMÓN | PESO | MESES DE CURACIÓN |
---|---|---|
Ibérico de Bellota | Más de 8 kg. | Mínimo 36 - 40 |
Valoración: Resultarán exquisitos con aroma y sabor potenciados aunque en los primeros cortes notemos la carne algo seca. Debería mejorar a medida que vamos cortando. |
Ibérico de Bellota | 7 - 7.5 kg. | 28 - 36 |
Valoración: Óptimo para el consumo. |
Ibérico de Bellota | 6 - 7 kg. | 20 - 24 |
Valoración: Óptimo para el consumo, aunque podemos encontrar una partes más curadas que otras si tiene más tiempo de curación. |
Ibérico de Recebo | 6 - 7 kg. | 18 - 24 |
Valoración: Óptimo para el consumo, notando un jamón más sabroso por la mayor presencia de tocino en la pieza. |
Ibérico de Cebo | 6 - 7 kg. | 18 - 20 |
Valoración: Óptimo para el consumo. Al tener más tocino hay menos riesgo de que la carne esté seca. Por el contrario, podemos notarlo algo fresco si no ha curado lo suficiente. |
PALETA | PESO | MESES DE CURACIÓN |
---|---|---|
Ibérica de Bellota | Más de 5 kg. | Mínimo 20 - 22 |
Valoración: un peso más alto de lo normal y la menor cantidad de tocino que tiene la paleta en relación al jamón, podemos notar diferentes grados de curación según la zona del corte. No suelen hacerse muchas paletas de bellota con estos pesos. |
Ibérica de Bellota | 4 - 5 kg. | 18 - 20 |
Valoración: Óptimo para el consumo. Destacando la intensidad de su sabor en boca debido a la menor cantidad de grasa infiltrada (pero proporcionada a su tamaño) que tiene la pieza. |
Ibérica de Recebo | 4 - 5 kg. | 15 - 18 |
Valoración: Óptimo para el consumo. La mayor presencia de tocino en la pieza asegura un jamón más sabroso. |
Ibérica de Cebo | 4 - 5 kg. | 12 - 15 |
Valoración: Óptimo para el consumo. Como ocurre con las de recebo, disfrutaremos de un jamón más sabroso. |
En cuanto a la forma exterior.
Resulta más o menos fácil para alguien con cierta experiencia, diferenciar los tipos de jamones según la pureza de la raza del cerdo y la alimentación que han recibido.
Cuanto más pura sea la raza del animal y más montanera de bellota haya tenido, más estilizada será la pata de jamón. Los de Recebo y de Cebo siempre serán más redondeados que los de bellota debido al aumento en su dieta de cereales y piensos.
Se dan casos en los que un Jamón Ibérico de Recebo sale exquisito, con poco que envidiar a uno de Bellota teniendo en cuenta la diferencia de precios que hay entre los dos. Esto se debe a que el cerdo hace tanto ejercicio en la dehesa que consigue metabolizar de forma óptima el exceso de grasa que le aportan los cereales y piensos que come para completar la fase de engorde.
Sobre el tocino o grasa exterior también podemos observar que de forma general en los jamones ibéricos es de color oro o amarillo oscuro. Y al tacto notaremos que, según la alimentación del cerdo, la grasa será más suave y flexible cuanta más bellota haya comido el animal. De modo que después de presionar un poco con la yema de los dedos, desaparece la zona de presión y recupera su forma original.
En cuanto al interior.
Dependiendo de por donde empecemos a cortar un jamón descubriremos unas tonalidades más vivas o más oscuras y un aroma más o menos intenso.
Babilla.
La parte más estrecha del jamón y por donde se recomienda empezar a cortar si el consumo va a ser lento (pezuña hacia abajo). Es jugosa pero con menos infiltraciones de grasa (tocino entreverado) lo que provoca que se seque más pronto que la Maza. Tiene un mayor grado de curación, un color más oscuro y un sabor con más consistencia que puede recordarnos a frutos secos.
Maza.
Es la parte más ancha del jamón, y por donde debemos empezar a partir si nos lo vamos a comer en pocos días (pezuña hacia arriba). Agradable a la vista, jugosa y sabrosa. La que más infiltraciones de grasa tiene y la que nos proporcionará las mejores sensaciones.
Las lonchas o lascas serán suaves al tacto, dulces al paladar y con multitud de aromas que nos recordarán a frutos del bosque.

Contramaza y Punta.
Zona de la cadera que presenta algo de dificultad para realizar el corte de las lonchas debido al hueso existente. De estas zonas saldrán lascas más pequeñas y alargadas pero igual de sabrosas porque también tienen mucha infiltración de grasa y un mayor grado de curación que la Maza.
En boca notaremos el ligero sabor de la sal procedente de la etapa del salazón, nos sorprenderán ciertos aromas a especias y comprobaremos como persiste la jugosidad del jamón en nuestro paladar.
Caña y Jarrete.
A la zona del Jarrete también se le conoce como Codillo. Presentan un acceso más complicado para realizar el corte y obtener lonchas de jamón. Los cocineros sacan de esta parte los famosos tacos de jamón que tanto sabor dan a los platos de comida. Zona jugosa con sabor intenso que desprende multitud de matices en el paladar.
También debes saber que:
La grasa infiltrada, son las vetas que podemos ver en la carne del jamón. Contienen el apreciado ácido oleico que tan bien sienta a nuestro corazón.
El tocino blanco, que es la grasa que rodea la carne del jamón, debe tener buen aroma y estar rica al paladar. Al cortar una lasca de jamón ibérico siempre debemos procurar que una parte sea tocino blanco. La unión del tocino con el jamón y la posterior fusión en nuestra boca es la combinación perfecta para disfrutar de él.
El tocino amarillo que rodea al tocino blanco y forma la capa exterior del jamón, es grasa que se ha oxidado y por lo tanto nos dará al gusto un sabor agrio y nada placentero. Siempre limpiaremos la zona de corte de tocino amarillo antes de empezar a cortar jamón.
Sobre la cantidad de tocino que debe tener un jamón ibérico hay muchas opiniones. Influyen factores como la alimentación del cerdo o el perfilado que se le hace a la pata de jamón durante la elaboración, pero también el criterio particular de cada uno. Si quieres conocer más sobre este asunto te remitimos a un artículo que ya publicamos: Tocino en el jamón ibérico.
El sabor del jamón ibérico y principalmente en el de bellota, nos ha provocado alguna reclamación sobre todo por consumidores no experimentados. Aprovechamos esta guía para aclararte esa extraña sensación que alguna vez una lasca de jamón ibérico de bellota te ha dejado en el paladar y te ha hecho dudar de su calidad.
Después de saborearlo y disfrutar masticándolo en la boca, al tragártelo notas que te deja un regusto en la garganta, como si no hubiera bajado del todo hacia el estomago. De hecho, repites el movimiento de tragar porque notas un cierto sabor aceitoso (ácido oleico).
¡Felicidades, estás comiendo jamón ibérico de bellota!
Así es como se comporta en boca un auténtico jamón ibérico de bellotas.
Garantía después de la venta.
Al tratarse de productos curados de forma natural, están sometidos a multitud de factores medioambientales que pueden hacer que el resultado final del producto no sea el esperado. Por mucha experiencia que tenga el productor o los controles de calidad que se hacen en cada etapa del proceso de elaboración, siempre hay que tener en cuenta que nadie sabe como de bueno estará un jamón ibérico hasta que se parte y se prueba.
Por eso es importante que en el caso de que el jamón ibérico no esté en las mejores condiciones para disfrutar de él, el productor o el intermediario nos garanticen la posibilidad de poder devolver el producto en un periodo de tiempo establecido.
Actualmente por ley es de 7 días después de la venta, aunque generalmente se ofrecen hasta 15 días para devolverlo, que será el plazo que fijará la nueva ley de comercio que entrará en vigor en 2.014.
También se tiene en cuenta el peso mínimo con el que podemos devolver el jamón. Como es lógico no podemos comprar un jamón de 7 kilos y devolver la pata limpia diciendo que no estaba bueno, aunque esté dentro de esos 7 o 15 días disponibles para hacerlo.
Tampoco hay que obsesionarse con esperar el mejor sabor del mundo en cada jamón ibérico que comamos. Tenga en cuenta que es normal que el sabor cambie según la parte del jamón que estemos cortando. Nada más probarlo sabremos si esta bueno o no y después si llega al nivel “de exquisito” siempre bajo la opinión personal y experiencia que tenga cada uno. Por lo que se trata de algo muy subjetivo.
7º.- ¿Cuánto debo pagar por un jamón?
Lo que usted estime oportuno. Pero le aseguramos que no es necesario gastar una fortuna para disfrutar de un buen jamón ibérico de bellota, que son los de más calidad y por tanto más caros.
Por poner un tope que nos ayude a guiarnos, diremos que 500 euros por un jamón ibérico de bellota de la máxima calidad es un precio más que suficiente. A partir de ahí usted pagará otras cosas (fama del productor, premios, embalaje, publicidad de la marca, etc) a parte del jamón.
Si hablásemos de coches, entenderíamos que debemos pagar 3 o 5 veces más por un Mercedes que por un Seat ya que encontramos diferencias en las calidades de los materiales, piezas y acabados. Pero en este caso te recordamos que la materia prima es y suele costar lo mismo para todos los productores y las etapas de elaboración y tiempo de curación también son idénticas, por lo que todos los productos del cerdo ibérico tienen un precio inicial similar sean de la marca que sean.
Para el sector en general y los clientes en particular, no ayuda nada que se fomente la idea de que es necesario gastar mucho dinero para comer un buen jamón ibérico porque es considerado como un producto de lujo.
Aunque no hay que olvidar que es un producto elaborado artesanalmente que necesita 3 o 4 años para que pueda ser puesto a la venta.